domingo, 28 de febrero de 2016

El entrenador personal

Está claro el crecimiento de los centros deportivos en los últimos años, pero también el descenso de calidad en los programas de entrenamiento que se ofrecen en ellos, apareciendo en muchos casos "rutinas" por niveles predeterminadas y para todo el mundo, donde la individualización es inexistente.

Por este motivo, en los centros fitness, aparece en su carta de servicios la figura del entrenador personal. Pero, ¿qué es un entrenador personal y cómo saber si sus servicios son de calidad?


El entrenador debe individualizar todos los campos del entrenamiento a las necesidades del cliente. No sólo debe ser capaz que adaptar el ejercicio o las pautas nutricionales, si no, que también debe erigirse como su coach, motivando en el camino, logrando que el individuo se marque logros concretos y visualizando los plazos convenientes.

Lo que el cliente solicita es:

- Atención personalizada: tratar al cliente de forma individual.

- Optimización del tiempo: el entrenador debe ser capaz de aprovechar al máximo cada minuto de entrenamiento.

- Compromiso: ambas partes deben tener clara la disponibilidad y la ética de trabajo (uno como profesional y otro por consecución de objetivos)

- Seguridad: se contrata a un profesional para minimizar riesgos de lesión.

- Planificación: los entrenamientos deben estar organizados de acuerdo a un objetivo final.

- Conocimientos: el entrenador debe ser capaz de responder en cada momento a las necesidades nuevas que se puedan ir presentando, lo cual se traduce en una formación continuada.

- Motivación: debe detectar los puntos débiles del cliente y superarlos.



Un arma importantísima del entrenador, es la valoración objetiva mediante test, lo que va a permitir ver la evolución del entrenado. En muchas ocasiones, sólo vemos como progreso los cambios físicos y no percibimos las mejoras cardiovasculares, de flexibilidad y de fuerza que se han ido desarrollando a lo largo del entrenamiento y gracias a los test, tenemos una visión rápida y objetiva de las mejoras y, por supuesto, de los puntos a mejorar.


Otro aspecto importante del entrenador personal, es que no debe limitarse a planificar el entrenamiento, sino que debe ser capaz de "educar" y enseñar al cliente, ya que si el entrenado sabe el por qué y el cómo de las estrategias utilizadas, desaparece la sensación de transacción comercial y se forma un vínculo de confianza, debido a que la autosuficiencia crea la percepción de superación y el camino a recorrer será más cómodo, donde el entrenador puede dejar de ser un cuidador y el entrenado puede  avanzar hacia objetivos más ambiciosos.

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